Maestros latinoamericanos
Apuntes sobre su historia e identidad
Seguramente, para muchos de origen inmigrante, el hecho de ser un “Continente Joven”, de independencia colonial relativamente nueva, es lo que enmarca esta gran discusión sobre la
Identidad, a modo de diferenciación de la producción cultural que venía de Europa.
Para otros, el avasallamiento de las culturas autóctonas de América, Precolombinas e
Indígenas, mediante la aplanadora colonial y religiosa, produjo un desastre irreparable, continuando hasta el día de hoy y cierto triunfo de un Arte Neocolonial.
Podemos argumentar muchas cosas, pero la realidad a esta altura del camino es que América es única y múltiple, y por ende es en su arte de riquezas y sutilezas infinitas, donde se puede ver emerger la trama y la urdimbre de su complejidad multicultural.
Nuestros orígenes son muy diversos. Por un lado los pueblos indígenas originarios, muy diezmados y exterminados en algunos casos como Uruguay y Argentina, o con una presencia cultural más fuerte, como en México, Centro América y la zona Andina, y más recientemente la zona Amazónica, que luego de una gran confrontación, hoy se manifiesta con gran energía
y de múltiples formas.
Como inmigrantes forzados, los negros africanos traídos como esclavos, fueron poblando
América, con su cultura, su música y su arte, en muchos momentos subterránea, secreta, prohibida, pero con una fuerza descomunal, que ha ido reverdeciendo con el correr de los años.
Por otro lado, los inmigrantes que en principio eran españoles y portugueses, luego se fueron ampliando al resto de Europa Occidental, a Europa del Este, luego China, Japón y Países Árabes, hasta alcanzar casi todos los orígenes. La falta de trabajo, las guerras y la idea del Nuevo Mundo; pleno de posibilidades, tierras, riquezas para explotar y paz, atrajeron a millones de inmigrantes hacia América, con la esperanza de empezar de nuevo. Cada uno trajo consigo su bagaje cultural, su lengua, sus comidas, su música y sus dioses.
Este maravilloso crisol de razas de múltiples orígenes, llevó a distintos procesos de mestizajes raciales y culturales y enriqueció de una forma extraordinaria la creación artística y plástica.
A modo de ejemplo, la artista brasilera Adriana Varejão creó su obra Tintas Polvo, a partir de una pregunta que se realizó dentro de una encuesta del Instituto Brasileiro de Geografía y Estadística, en 1976: ¿Cuál es su color de piel? El resultado de las respuestas fueron 136 términos, literales y figurativos. La artista seleccionó los 33 términos más exóticos y poéticos, e hizo fabricar cada color en un pomo, que colocó cuidadosamente en una caja, y le puso los nombres: Café con Leche, Encerada, Blanquita, Morenón, Quemada de sol, etc.
La mezcla de estos múltiples orígenes fue plasmando nuestra realidad multicultural, una cierta Identidad que ha posibilitado la aparición de lo que genéricamente llamamos Arte
Latinoamericano.
Martin Castillo
Extracto del catálogo Maestros Latinoamericanos